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Las Devoradoras De Historias

viernes, 19 de diciembre de 2008

Cristal Partido (Parte 1, Capítulo 1)

Bueno, es que yo escribo, ¿sabeis? Me encanta escribir, hasta más que devorar un buen libro...
Bueno, pues esto es el principio de una pequeña historia que estoy escribiendo...
No la grande, ¿eh? Una moderada, máximo tiene 13 páginas, no os asustéis. Hoy cuelgo una pequeña parte....Sé que no está perfecta, así qué las críticas son bienvenidas, ¿ok?


I LLEGADA




Las nubes extendían su manto gris plomizo sobre la ciudad. Una fina brisa sacudía las hojas de los árboles, naranjos bordes que decoraban la calle. En el pequeño parque lúgubre encerrado entre dos inmuebles, las cadenas oxidadas del columpio de un rojo desvaído chirriaban.
Un trueno resonó a lo lejos, mientras que un ruido de neumáticos usados contra el cemento proveniente de un taxi que había parado delante de un edificio inundó toda la avenida silenciosa.
Una figura salió del vehículo con andar titubeante, y sacó con pesadez una maleta de ruedas, que se le cayó estrepitosamente sobre la acera justo antes de que el coche se fuese a manos de su conductor soñoliento.
Sonaron las campanadas de la iglesia más cercana, y un rayo de sol de madrugada, extremadamente raro a las seis de la mañana, se posó sobre la sombra.
Era una chica de unos doce años, que parecía intimidada en esa gran ciudad. Tenía el pelo cubierto por la capucha, pero unos mechones color rubio ceniza sobresalían. Se había puesto rímel de forma torpe, pues se le habían formado varios pegotes y parecía que hubiese llorado. Sus labios finos habían sido pintados de carmín, color que favorecía su piel blanca. Llevaba unos pantalones vaqueros azul marino y una sudadera del mismo color celeste. Su única fantasía era un sólo pendiente, un pedazo de cristal que brillaba intensamente.
Después de un momento de desorientación, empezó a andar, o mejor dicho, a deslizarse hasta una casa igual a las demás. Se detuvo frente al numero trece, y inspiró antes de llamar al timbre medio roto. Una voz deformada por el altavoz le respondió y le abrió la puerta. La joven, después de escuchar sus instrucciones, subió por las escaleras hasta el piso tres. Allí, delante de la puerta 5, una mujer, o mejor dicho una sílfide la esperaba. Parecía una modelo, con sus labios carnosos rojos, sus pestañas coloreadas y sus piernas interminables limitadas por unos tacones de unos diez centímetros. Acogió a la niña con una sonrisa que dejó ver sus dientes deslumbrantes y dijo con voz dulce, rozando la empalagosa:
-¡¡Criiiis!! Te estaba esperando con muuucha impaciencia. Venga, entra, que vas a coger un graaan resfriado.
Cris la miró como si fuese un ave rapaz, y dudó en entrar en su guarida. Sin embargo, era cierto que estaba muerta de frío, y el olor apetitoso que salía del apartamento acabó de convencerla. Penetró en la casa de la chica y se quedó, dudosa, en la entrada.
La modelo la siguió y cerró suavemente la puerta. Le ofreció sentarse en el mullido sofá, delante de la televisión de plasma, y le trajo una taza de chocolate caliente que la niña no rechazó. Mientras que se calentaba, su anfitriona se puso al lado suyo y empezó a hablar:
-¡¡¡Vamos a divertirnos taaanto!!! Estoy muuuuy contenta que hayas venido aquí. No sabes cuantooo me aburro sola, con la úuunica ocupación de irme de Shopping. ¡¡¡Es muuucho más divertido juntas!!! Ademáas, estoy seguuura que necesitas un cambio totaaal de estilo - añadió mirando con ojo crítico la vestimenta de su visitante- Y podrás enterarte de tooodos lo secretos de mi trabajo de tooop. ¡¡¡Es geniaaal!!! Tienes muucha suerte de tenerme como prima...
Cris no escuchó nada más. Cerró los ojos, lentamente, y notó que el sueño se la llevaba...
Antes de dormirse, no pudo evitar echar de menos su anterior casa, su anterior madre...porque era eso lo que parecía querer ocupar su prima.
"Y no lo voy a permitir"

1 comentario:

Zazish dijo...

Tú ya sabes que me encanta, ¿verdad? Bueno, era sobre todo para recordártelo...